Narrativa Norteamericana

Narrativa Norteamericana

Puede que el primer escritor estadounidense con una nueva forma de entender la ficción y la poesía fuese Edgar Allan Poe (1809-1849). En 1835, Poe comenzó a escribir relatos cortos, entre ellas The Masque of the Red DeathThe Pit and the PendulumThe Fall of the House of Usher y The Murders in the Rue Morgue. La introspección que hacía Poe en sus personajes atravesaba fronteras que llevaban la ficción hacia el misterio, el terror y la fantasía.
Mientras tanto, en 1837, el joven Nathaniel Hawthorne (1804-1864) compilaba algunas de sus historias bajo el título Twice-Told Tales, un libro cargado de referencias simbólicas e incidentes misteriosos. Hawthorne continuó escribiendo romances de mayor extensión, novelas alegóricas que exploran temas como el pecado, el orgullo y la represión de los sentimientos en la Nueva Inglaterra donde creció. Su obra maestra, «La letra escarlata» (The Scarlet Letter), aborda el drama de una mujer condenada socialmente a la marginación por haber cometido adulterio.
Las obras de ficción de Hawthorne influyeron de forma significativa en su amigo Herman Melville (1819-1891) quien también escribió novelas en las que abundaban las especulaciones filosóficas. Moby Dick, aventura ambientada en una travesía de balleneros, se convierte en el vehículo para analizar temas tales como la obsesión, la naturaleza de lo diabólico y la lucha humana contra la naturaleza. En otra de sus obras clave, el relato breve Billy Budd, Melville dramatiza el conflicto entre el deber y la compasión a bordo de un barco en tiempos de guerra. Los trabajos de Melville más elaborados casi no se vendieron y ha permanecido olvidado durante mucho tiempo. Su memoria ha sido recuperada a principios del siglo XX. Hoy, muchos afirman que «Moby Dick» es la obra maestra de la literatura estadounidense.
En 1836, Ralph Waldo Emerson, (1803-1882), publicó un sorprendente libro titulado Nature, en él Emerson afirmaba que era posible elevar el estado espiritual del individuo estudiando y dando respuestas al mundo que nos rodea. Su trabajo no sólo influyó a los escritores que le rodeaban, con quienes formó el movimiento conocido como Trascendentalismo, sino también a buena parte de quienes escucharon sus conferencias.
El compañero más sobresaliente de Emerson fue Henry David Thoreau (1817-1862), un inconformista convencido. Después de vivir solitario durante dos años en una cabaña al lado de una laguna, Thoreau escribió Walden, unas extensas memorias que abogan por la resistencia contra lo que dicta la sociedad. Sus escritos radicales expresan una tendencia profundamente arraigada hacia el individualismo del ciudadano estadounidense.
Mark Twain (seudónimo de autor de Samuel Clemens, 1835-1910) fue el primer gran escritor estadounidense que nació lejos de la Costa Este; en el estado-frontera de Misuri. Sus obras maestras con marcada influencia regional fueron las memorias de Vida en el Misisipi y la novela Las aventuras de Huckleberry Finn (Adventures of Huckleberry Finn). El estilo de Twain, influido por el periodismo, plasmaba las variedades dialectales de las lenguas vernáculas de sus personajes. Su lenguaje directo, sin adornos, pero a la vez muy sugerente y tremendamente divertido, cambió la forma en que los estadounidenses escribían su propia lengua.
Henry James (1843-1916) confrontó en sus escritos el dilema entre el Viejo y el Nuevo Mundo (Europa-EE. UU.). Aunque nació en la ciudad de Nueva York, pasó buena parte de su vida en Inglaterra. Muchas de sus novelas se centran en estadounidenses que o bien viven o bien viajan a Europa. Con sus intrincadas y tremendamente pulidas oraciones en las que disecciona hasta los más pequeños matices de las emociones de sus personajes, la ficción de James puede incluso llegar a intimidar o desanimar a sus lectores. Algunos de sus trabajos más accesibles son las novelas cortas Daisy Miller, sobre una encantadora chica estadounidense en Europa, y La vuelta de tuerca (The Turn of the Screw), un enigmático relato de fantasmas.
Jack London (1876 - 1916) es conocido por sus novelas La llamada de lo salvaje (1903) y Colmillo Blanco (1906), en las que, a través del punto de vista de un perro y un lobo respectivamente, muestra la violencia que existe tanto en el hombre como en la naturaleza, además de tratar temas como la moral y la redención. Además de estos, London es autor de más de cincuenta libros.



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